El tema que hoy quiero tratar es algo que para mi es muy importante, está claro que como especialistas en marketing nuestro principal objetivo al trabajar es aumentar el tráfico en nuestra red. Lo ideal es generar nuevos clientes, convertirlos en fieles seguidores y preceptores. La finalidad real es aumentar nuestros ingresos a medio y largo plazo.
Lo primero que tenemos que hacer es empatizar con nuestra audiencia, ya hablamos de la importancia de la empatía en este post hace unas semanas. Y hoy lo recalcamos, es imprescindible para humanizar la marca.
Qué sentimos al “bucear” por nuestra web, como nos responderían nuestras redes sociales o qué interés nos despertaría recibir nuestra campaña de mail marketing.
Debemos preguntarnos, ¿solo publicamos y enviamos publicidad propia o generamos contenido interesante para nuestros visitantes? ¿Si publicáramos contenido que respondiera a necesidades de nuestros clientes tendríamos una marca de mayor éxito y repercusión?
Nuestra principal premisa para responder a esas preguntas debe ser que las marcas al final están creadas por personas, y que el destino son personas.
Vamos a dejar el miedo a un lado…
Sea de lo que sea nuestra empresa, nosotros vendemos algo, ya sea un producto físico o un servicio. Sea nuestro cliente el cliente final o trabajemos para otras empresas, nosotros vendemos algo. Se trata de además de vender ser de utilidad para esas personas que confían en nosotros.
Podemos vender y olvidar. Pero también podemos vender un producto facilitando a nuestros clientes un conocimiento adicional, información que pueda resultarles de interés e incluso inspiración para el resto de actividades de su vida.
Toda compañía ha tenido dificultades, que nuestros clientes y lectores conozcan esas cosas que nos han resultado difíciles nos hace humanos. Compartir lecciones de vida genera interés y empatía. Todos apreciamos leer historias de superación o ocasiones en las que nuestra empresa solucionó un problema a un cliente.
Debemos dejar de tener miedo a compartir nuestros errores.
Algo muy importante aunque nada sencillo es el sentido del humor. Aplicarlo a la comunicación y el marketing es algo necesario pero hay que hacerlo con cuidado para no herir sensibilidades y que nuestra audiencia disfrute.
También podemos involucrar a nuestros empleados, proveedores o clientes en nuestra comunicación. Animarles a compartir cosas y que se conviertan en nuestros primeros embajadores genera confianza.
Si conseguimos que nuestra marca sean personas habremos ganado muchísimo, porque al final son las historia personales las que generan interés.
¿Quiénes somos?
Si en nuestra empresa trabaja más de una persona lo ideal es presentarlas. Compartir quienes somos y qué hacemos aumenta el interés por nuestras publicaciones. A los clientes les gusta saber quién les coge el teléfono o gestiona sus pedidos,
Si nuestros compañeros se prestan. Lo mejor es presentarlos con sus fotos reales o avatares como hacen aquí los amigos de DigaTreintaytres además de explicar cual es la función de cada uno.
Podemos añadir a nuestra comunicación diaria los eventos y reuniones que se tienen en la oficina. Compartiendo los nuevos clientes o cumpleaños de nuestros empleados, nuestras redes tendrán contenido rico e interesante.
Las fotos de las personas reales haciendo cosas cotidianas tienen más repercusión que las fotografías “perfectas” de estudio.
Cada marca es diferente, y un gran contenido le permite retratar la personalidad de su empresa.
Como resumen final, se puede decir que las personas tienen interés por las personas. Humanizar una marca es un paso hacia la fidelización y el éxito.